El Cántico de las Criaturas
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El Cántico de las Criaturas es un himno de alabanza que recapitula el viaje de Francisco a Dios en y a través de las cosas bellas de la creación. Para Francisco toda la creación se convirtió en una teofanía, una manifestación de la bondad de Dios. Pero el Cántico también representa una vida de conversión, ya que Francisco se esforzó por ser un hermano de todas las cosas y alabar a Dios en el claustro del universo a pesar de sus sufrimientos, los sentimientos de abandono y la oscuridad. En el Cántico, compuesto un año antes de su muerte mientras estaba enfermo en una pequeña cabaña oscura cerca de San Damián, Francisco cantó la familia humana (hermano-hermana-madre) como modelo para todas las relaciones. El Cántico de las Criaturas es la piedra angular de su visión teológica.
... El Cántico nos recuerda que los humanos somos tan dependientes de los elementos de la creación como éstos dependen de nosotros. Con su maravilloso respeto por las creaturas de todo tipo, por el sol, la luna, las estrellas, el agua, el viento, el fuego y la tierra, Francisco llegó a ver que toda la creación alaba a Dios. El hermano Sol y la Luna alaban a Dios por el simple hecho de ser sol y luna. Podríamos decir que Francisco se volvió sensible a la bondad de la creación para que llegara a entender, oír y ver el sol y la luna alabando a Dios. El Cántico prefigura la nueva creación donde nos encontraremos en relación con todas las cosas de la creación en un espíritu de reconciliación y paz. Trae a nuestra conciencia que toda la creación está cargada con la bondad de Dios para que, incluso en la vida eterna, la creación ofrezca alabanza y gloria al Altísimo.
Como canto final de su vida, el Cántico nos revela la profunda reflexión de Francisco sobre el misterio de la Encarnación. Para Francisco es la Encarnación la que da una idea de la bondad del mundo creado como el sacramento de Dios. La Creación y la Encarnación están íntimamente unidas de tal manera que no podemos comprender verdaderamente nuestra relación con la creación sin comprender nuestra relación con Jesucristo. La relación de Francisco con Cristo no siguió un camino estrecho, sino que creció hasta el horizonte más amplio posible. Cuanto más profundamente crecía en relación con Cristo, más se encontraba íntimamente relacionado con las cosas de la creación como hermano. Podríamos decir que su relación con Cristo cambió su enfoque interno. Desarrolló una conciencia más profunda de la "relación" y se dio cuenta de que estaba relacionado con todas las cosas, no importa cuán pequeñas, porque todo compartía en la bondad primordial de Dios, la fuente de su propia vida. Francisco descubrió que era parte de la familia cósmica de la creación.
El texto de arriba son extractos de Ilia Delio, OSF, “A Franciscan View of Creation: Learning to Live in a Sacramental World” (Una visión franciscana de la Creación: Aprendiendo a vivir en un mundo sacramental) Volumen 2 de The Franciscan Heritage Series. Publicado por The Franciscan Institute, St. Bonaventure University, St. Bonaventure, NY, 2003. El libro puede ser comprado en www.franciscanpublications.com/products/a-franciscan-view-of-creation-learning-to-live-in-a-sacramental-world?variant=7282428741